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El fraude publicitario es uno de los negocios más rentables del mundo

El fraude publicitario está en su punto más alto y es uno de los negocios criminales más rentables del mundo con billones de dólares de ingreso por año.

Se trata de una estafa en la que se engaña a marcas y agencias para pagar por tráfico y leads falsos y como muchas plataformas publicitarias toman parte de la transacción, hay una sospecha de que carecen de incentivos para realmente mitigar el fraude.

Actualmente, hay quienes disminuyen el alcance del fraude, sin embargo los expertos aseguran que es mayor a lo que se cree, ya que la tecnología de bots no logra detectar la mayor parte de ella y estiman que puede llegar a $44 billones de dólares para el año 2022.

Además, el aumento de dispositivos móviles como plataformas de consumo de contenido está agravando el problema, ya que el fraude en este tipo de dispositivos es más fácil de cometer y más difícil de detectar.

Las aplicaciones fraudulentas son capaces de correr anuncios de fondo y generar impresiones sin que los usuarios se den cuenta.

De acuerdo a Forbes, el año pasado Google lanzó más de 40 aplicaciones en su Play Store que forzaban a los usuarios de Android a hacer click en los anuncios. Dichas aplicaciones alcanzaron 36 millones de descargas, en lo que se considera uno de los mayores casos de fraude publicitario perpetuado a través de Google Play y probablemente el malware más exitoso en términos de instalaciones de la tienda oficial.

Otra forma de fraude que ha existido durante mucho tiempo son los pop-under y las redirecciones de página. Las cuales tampoco implican una gran cantidad de bots, por lo que también pasan desapercibidas por los detectores de fraude.

Sin embargo, el Dr. Augustine Fou presenta un punto de vista controversial, asegurando que los participantes en la cadena de suministros de la publicidad no quieren ni intentan detener el fraude, ya que han ganado mucho dinero.

“Incluso los departamentos de marketing tienen motivos para encubrir el fraude, después de todo, sería vergonzoso para un gerente de marketing admitir a su jefe que los millones de dólares del presupuesto publicitario digital que aprobaron se otorgaron a ciberdelincuentes”, dice.

El fraude publicitario es uno de los secretos peor guardados de la publicidad y todos sabemos de él, por lo que llegó el momento de tomar acción y enfrentar el problema a nivel de industria.

 

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